¡trac!, debió haber sonado aunque no me diese cuenta.
¡trac! Mi cerebro se conecta al cuerpo.
¡trac! Mi cuerpo se vuelve cerebro.
¡trac! ¡trac! ¡trac! ¡trac! ¡trac! ¡trac! ¡trac! ¡trac!
Todas las celulas se vuelven neuronas, se comunican con pequeños choques de energía. Olas de energía, pulsación, semilla, hormigueo. Ya no son absurdas ideas. Es vida. Sacudidas en la piel. Choques que se mueven y despiertan los cuerpos olvidados.
¡trac!Mi mente ya no existe, soy todo mente, soy todo vida y energía y cuerpo, y nada de absurdos abstractos o imaginarios.
Durante un breve ¡trac! fui sin necesidad de preguntarme si soy.
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